Mi querido Fred Kofman dice “Lo que sabe bien, no siempre hace bien” y yo diría a veces hace mal.
Sobre todo si lo miramos desde el lado de la consciencia.
Ahora…Hablemos sin caretas…La dulce sensación de responder a los impulsos más primitivos, es deliciosa y deleitante… Lo que pasa es que muchas veces nos da sólo el placer a corto plazo, ése que llena nuestros más bajos instintos. Acercarnos a los que nos da placer, alejarnos de los que nos produce dolor.
El “problema” viene cuando pensamos un poquito más allá. Nuestro camino corto de respuesta se activa en la mitad de un parpadeo… Cómo hacemos entonces para pensar si eso que estamos por hacer nos llevará a buen puerto?
Respirando.
Sí señores… haciendo que mayores cantidades de oxigeno lleguen a nuestro cerebro para habilitar la parte pensante que nos hace humanos.
Así que la próxima vez, antes de re-accionar. Res-pira.
Te invito a compartir qué te pasa a ti.
Seguimos conversando.